Si de manejar se trata, no hay nadie que se emocione más que un adolescente. Los jóvenes esperan con ansias el momento de conseguir la licencia de conducir y manejar un vehículo con total autonomía.

El rol de los padres consiste en educarlos en las normas, restricciones, y conductas esperadas en el camino, para asegurar su seguridad y la de terceros. En este artículo te damos algunos consejos para acompañar a tus hijos en su nuevo rol de conductores.

Los primeros días

En las primeras salidas es recomendable que tú o algún otro adulto responsable acompañe a tu hijo. El aprendizaje normalmente se da en zonas poco transitadas, donde maniobrar es sencillo, por lo que es bueno que un joven esté acompañado en el tiempo en que va afianzando sus habilidades:

Un adulto puede indicarle cómo actuar o reaccionar en situaciones extraordinarias como atravesar puentes, conducir en pendientes, incorporarse a una autopista, etc. Además, la experiencia de alguien mayor será vital en caso de presentarse un siniestro.

Cumplimiento de normas de tránsito

Es fundamental que tu hijo sepa que respetar las normas de tránsito es la mejor forma de evitar accidentes. Además de enseñar con el ejemplo, debes mostrar que manejar es un privilegio y una responsabilidad; dejar muy claras las consecuencias que tendrá no cumplir las normas será clave para formar un conductor responsable.

Expectativas con respecto al celular

Los jóvenes hoy en día consideran a su teléfono casi una extensión de su cuerpo, por lo que usarlo todo el tiempo les resulta natural. Hazle saber que el teléfono y el manejo no combinan, y enseña con el ejemplo. Si necesitas contestar una llamada hazlo con el “manos libres”; si necesitas enviar un mensaje, detén el auto antes de empezar a hacerlo. Los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte en adolescentes según la OMS. No dejes que un minuto de comodidad convierta a los tuyos en estadística.

El uso del GPS

Manejar es una manera en que los hijos expresan su independencia, y aunque esto pueda generar nervios, es parte de su crecimiento. Una manera de cuidar a tu hijo a distancia es el GPS integrado que tienen los autos modernos: puedes acceder a él de manera remota e identificar rápidamente el punto donde se encuentra el vehículo.

En una emergencia, localizar el auto será relativamente sencillo. Solo recuerda que este recurso es extremo, y por tanto debe reservarse para casos que realmente lo ameriten.

El manejo luego de una fiesta

Gracias a las películas, todos saben que manejar en estado de ebriedad es una mala idea. Lo que no suele quedar tan claro qué califica, exactamente, como estado de ebriedad.

Muchas personas consideran que tomando una cerveza o un vaso de vino estarán perfectamente sobrias. Esto no aplica para los jóvenes: ellos, además de estar aprendiendo a manejar, también se están iniciando en el consumo de alcohol. Nunca, no importa la razón, deben beber antes de manejar. Díselo a tu hijo incluso si no tiene edad para beber, o si no lo hace por decisión propia.

La misma regla del alcohol aplica también al cansancio; siempre existen opciones alternativas como tomar un taxi o el elegir un conductor designado antes de empezar la noche.

Reacciones al andar con mal tiempo

Es importante que los jóvenes desarrollen un criterio con respecto a condiciones de manejo peligrosas. Si vives en una zona donde es común sufrir inclemencias de tiempo como tormentas, vientos fuertes, etc., hazles saber que no necesitan seguir manejando si se sienten inseguros.

Si no se sienten plenamente seguros de poder llegar sanos a destino en caso de mal tiempo, será mejor que esperen a que la situación pase, o llamen a alguien con más experiencia al volante.

Estos consejos de manejo para adolescentes están orientados a educar para lograr conductores responsables en el futuro. ¿Tus hijos ya manejan? Si tienes algún otro consejo para padres de adolescentes al volante, déjalo en los comentarios.

Si te interesa contratar un seguro vehicular para adolescentes, déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo.